En 1975, la revista New York Magazine publicó una caricatura en su portada que representaba al autor Truman Capote como un pequeño caniche francés, mordisqueando los dedos de una mujer en una fiesta de gala. El titular de la portada decía: «Capote muerde las manos que lo alimentaron».
El artículo que acompañaba esta ilustración fue escrito por la columnista de chismes Liz Smith, quien reveló las verdaderas identidades de las mujeres de la alta sociedad que Capote había traicionado. Entre estas mujeres se encontraban Babe Paley y Slim Keith, figuras prominentes en la sociedad de la época, cuyas confidencias y secretos más íntimos Capote había utilizado en su historia «La Côte Basque, 1965», publicada en la revista Esquire.
En esta historia, Capote se burlaba y revelaba los secretos de estas mujeres, quienes habían confiado en él con sus vidas privadas y sus inseguridades. La publicación del artículo causó un gran revuelo en la sociedad neoyorquina y marcó un quiebre en la relación entre Capote y muchas de las personas que antes consideraba amigos cercanos.
Las mujeres a las que Truman Capote se refería como «cisnes» eran figuras prominentes en la alta sociedad de Nueva York durante la segunda mitad del siglo XX. El término «cisnes» se popularizó debido a la elegancia y la belleza de estas mujeres, así como a su posición privilegiada en la sociedad. Dos de las principales «cisnes» mencionadas en el contexto de la traición de Capote fueron Babe Paley y Slim Keith.
Babe Paley era conocida por su elegancia y su papel como esposa del magnate de los medios William S. Paley, fundador de CBS. Era una figura icónica en los círculos de la alta sociedad de Nueva York y su influencia se extendía a través de la moda y la cultura.
Slim Keith, cuyo nombre real era Nancy Gross, era otra mujer influyente en la sociedad neoyorquina. Fue modelo, actriz y socialité, y estuvo casada con Howard Hawks, un destacado director de cine de Hollywood.
Truman Capote traicionó a estas mujeres al revelar sus secretos más íntimos y utilizar sus vidas como material para su historia «La Côte Basque, 1965», publicada en la revista Esquire. Esta traición provocó un gran revuelo en la sociedad de la época y afectó profundamente las relaciones de Capote con estas mujeres y otros miembros de la alta sociedad.