El país ejemplar que Bill Gates pone como referencia para poder evitar la próxima gran pandemia
El mundo sigue envuelto en una pandemia sanitaria global que ni mucho menos ha acabado, y si bien ahora los datos del COVID-19 invitan al optimismo, son unos datos muy similares a los que tuvimos el verano pasado para posteriormente alcanzar máximos históricos en infecciones.
Y el mundo debe estar preparado para una próxima pandemia, o para una próxima variante que pueda ser tan letal como la original, y ahora Bill Gates pone como ejemplo un país que ha conseguido resultados óptimos a la hora de evitar que la pandemia del COVID-19 se extienda dentro de sus fronteras.
Y tal como recoge la CNBC, el cofundador de Microsoft, Bill Gates, ha puesto como ejemplo a Australia: “si todos los países hicieran lo que hizo Australia, entonces no se estaría hablando de una próxima pandemia”.
El filántropo señala que para evitar que un nuevo brote se convierta en una pandemia global, “hay que adoptar políticas globales mucho más estrictas” y no lo que se ha estado haciendo hasta ahora en la mayoría de los países.
Explica que Australia reabrió sus fronteras internacionales hace escasos días por primera vez desde marzo de 2020, y que durante el transcurso de la pandemia, aquellos ciudadanos que regresaban o aquellos viajeros internacionales aprobados para entrar, debían permanecer en cuarentena en hoteles custodiados por policías y militares.
Y parece que estas medidas más duras sí que funcionaron, porque desde el comienzo de la pandemia solo 20 de cada 100.000 australianos han muerto a causa del COVID-19, frente a la media de 283 por cada 100.000 estadounidenses que han muerto por esta enfermedad.
Por otra parte también las tasas de vacunación en Australia son altas, un 81 % de la población ya está totalmente vacunada según datos de la Universidad de John Hopkins. Vuelve a poner en comparación a Estados Unidos, donde menos del 65 % de la población está completamente vacunada.
En todo caso estas declaraciones tienen ciertos detractores que afirman que Australia, debido a que es una isla, lo ha tenido mucho más sencillo para evitar la propagación de la enfermedad.
Añaden que se trata de un país con solo 26 millones de habitantes, con una gran extensión y menos aglomeraciones de población, con lo que ayuda a que no se propague tan rápido una enfermedad.