La División Salud Estudiantil y el Plan Educativo-Cultural de la Administración Nacional de Educación Pública promovieron el “Primer debate sobre inteligencia artificial y educación”, que contó con la argumentación de diez expertos en la temática. Las exposiciones abordaron desde distintas perspectivas el impacto y la inclusión de esta tecnología en las aulas.
La actividad fue moderada por el coordinador del Plan Educativo-Cultural, Horacio Bernardo, quien afirmó que el debate “es un ejercicio dialéctico que permite no solamente presentar argumentos sino también escuchar objeciones, refutaciones y someter a la crítica en vivo las propias posiciones, para poder reflexionar y enriquecer cada una de las posturas”.
En la primera parte del debate, los especialistas reflexionaron desde distintas posturas acerca de si nuestro sistema educativo está preparado ante la irrupción de la inteligencia artificial.
Para entender el contexto, la directora de la División Salud Estudiantil, Carolina Ponasso, señaló que estamos vivenciando un momento histórico, donde los cambios se suceden de manera acelerada generando incertidumbre. En este marco, expresó que “el lugar que ocupaba tradicionalmente la educación está siendo interpelado”.
En ese sentido, es fundamental propiciar espacios donde se “promueva el pensamiento crítico, la reflexión colectiva y la escucha al otro: todo lo que tiene que ver con la argumentación y la contra argumentación, tan importante en esta época en que la producción de subjetividad cambió y los vínculos cambiaron”.
Durante el segundo bloque de debate, los especialistas se enfocaron en si la inteligencia artificial dificulta o propicia los aprendizajes.
“Estamos frente a un fenómeno absolutamente distinto a lo que antes habíamos visto y que posiblemente tenga un impacto parecido a lo que tuvo la escritura en términos de civilización. Es muy difícil pensar cómo impacta en los procesos de aprendizaje la inteligencia artificial, cuando todavía no sabemos cómo impacta en el desarrollo clásico”, reflexionó Pablo López Gómez, uno de los especialistas.


Leandro Folgar hizo hincapié en los aspectos positivos que podría aportar la inteligencia artificial en lo que refiere al diagnóstico de los estudiantes. “La inteligencia artificial permite que la retroalimentación con el estudiante esté más disponible para más estudiantes, porque se automatiza parte de ese proceso y le permite al docente tener mejor información de qué tipo de retroalimentación puede beneficiar más a cada estudiante”, destacó.
Por su parte, Elena Modzelewski, realizó una crítica a los sesgos algorítmicos que también terminan trasladándose a los espacios cotidianos. «Esta realidad plantea un problema, ya que “si le preguntamos a la inteligencia artificial sobre cosas sobre las que creemos nos dirá la verdad -porque tiene acceso a mucha más información que nosotros que como pequeños seres humanos- seguramente estaré recibiendo información con sesgos racistas, clasistas, sexistas, edadistas, entre muchísimos otros”, concluyó.