María Antonia de Paz y Figueroa, conocida como Mama Antula o «Mamá Antonia», se convirtió en una figura espiritual de referencia en la Argentina colonial del siglo XVIII, una época en la que las mujeres tenían un papel secundario. Algunos la consideran la primera feminista del país.
Este domingo, Mama Antula se convierte en la primera santa de origen argentino, un evento de especial importancia para el papa Francisco, dado que es compatriota y Mama Antula es una figura venerada por los jesuitas, la orden religiosa a la que pertenece Jorge Bergoglio.
Mama Antula mantuvo vivas las tradiciones jesuitas en la región después de que la orden fuera desterrada por el rey de España, desempeñando así un papel crucial en la preservación y difusión de la fe en la región durante ese período.
A pesar de haber nacido en una familia acomodada, Mama Antula pasó la mayor parte de su vida peregrinando descalza, evangelizando y solicitando limosna para fundar «casas de ejercicios». Estos lugares de retiro fueron establecidos para que los jesuitas llevaran a cabo los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola, fundador de la orden. Los Ejercicios Espirituales consisten en oraciones, meditaciones y otras prácticas contemplativas diseñadas para el crecimiento espiritual y la conexión con Dios.